Los factores que influyen en el éxito académico inciden directa o indirectamente sobre
los resultados obtenidos y ello va a depender de cuatro factores: motivación, aptitudes
intelectuales, conocimientos previos y aplicación de técnicas de estudio.
La motivación es una de las claves del aprendizaje, y si no se maneja bien puede
provocar desinterés, apatía, escasa participación y el desenlace final puede ser el no
hacer nada y fracasar. La motivación es considerada como el impulso que conduce a
una persona a elegir y realizar una acción. Ésta depende de cada persona. Pero los
docentes pueden potenciar teniendo en cuenta el nivel de desarrollo del alumno, sus
conocimientos previos, su historial educativo y por supuesto que será de vital
importancia el desarrollo de la clase, la materia y cómo se imparta. Sin embargo desde
el ámbito familiar también existe una responsabilidad y deben de alentar al alumno a
tener una inquietud cultural y valorar los estudios como un éxito personal y social. Para que el aprendizaje sea significativo es fundamental partir de los
esquemas de conocimiento que tiene el alumno. Además es necesario que la
información que recibe sea lógica y favorezca los vínculos entre lo que el alumno
conoce y lo que va a aprender. Así podrá modificar sus esquemas de conocimiento.
Conscientes de la importancia que tiene para el aprendizaje la integración de los
aprendizajes, no podemos dejar de lado, el papel que juega la inteligencia de cada
individuo. Las personas estamos dotadas de una inteligencia general pero también
existen otra serie de factores como el razonamiento verbal, espacial, numérico,
abstracto, etc., que determinan habilidades o capacidades que dotan a las personas la
facilidad para afrontar cierto tipo de tareas. Conocerlas nos proporcionará información
muy valiosa a la hora de elegir materias o en un futuro una salida profesional.
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